domingo, 26 de abril de 2020

LA SALUD SEGÚN LOS AÑOS... DE 4 A 11 AÑOS (PARTE IV)

Es una etapa de transformaciones que hace a los niños más independientes de sus padres. Conocer los pasos de su evolución contribuirá a acompañarlos y hacerlos sentir más seguros.


CÓMO AFRONTAR NUEVOS CAMBIOS

Los padres deben permanecer atentos durante este periodo de la vida de sus hijos. Los adultos pueden ser de gran ayuda para sus hijos, si les explican y transmiten el significado de los cambios que sufren sus cuerpos y mentes. Se deben tener en cuenta ciertos principios bien establecidos acerca del crecimiento infantil: el primero y FUNDAMENTAL consiste en que cada niño es un individuo único, cuyo crecimiento y desarrollo será distinto del de otros. En segundo lugar, es necesesario tomar conciencia de que UNA NIÑEZ FELIZ es la suma de muchos factores, entre ellos la presencia del amor y el respeto. Finalmente, hay que desechar la idea de COMPARAR el crecimiento del hijo con la idea de desarrollo correcto para su edad; el indicador más importante de que está siendo bien educado se advierte en cómo se siente, si vive sus etapas a pleno.

Consejo: En algún punto los padres sienten mucha inseguridad respecto a cuándo y cómo disciplinar a sus hijos. Naturalmente, quieren lograr un equilibrio entre ser muy duros y muy laxos. Lo último que un padre debe querer es que sus hijos le teman. Lo mejor será intentar mantener los canales de comunicación abiertos.


EL DESAFÍO DE CRECER, JUGAR Y APRENDER

Todos los niños atraviesan fases de problemas de comportamiento que preocupan a sus padres. La mayoría no reviste gravedad y se resuelve con el transcurso del tiempo. Sin embargo, algunos niños pueden necesitar una especial sensibilidad y atención de parte de los adultos. Los padres deben saber que en una etapa de grandes transformaciones físicas y psicológicas, los problemas considerados de comportamiento muchas veces son reacciones frente a los desafios que enfrentan por primera vez.
La edad del despertar de la pubertad resulta clave. Varía entre los 10 u 11 años para las niñas, y los 12 años para los niños. Además de crecer más rápidamente, los niños notarán ciertos cambios en su cuerpo. Para la niña, este incluirá el desarrollo de los pechos y la aparición del periodo menstrual; para el niño, la sorpresa del vello púbico junto al crecimiento del pene y los testículos.


LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

La actividad constante en los niños es una fuente inagotable de placer y salud. En este sentido los padres deberán alentar el gasto de su inagotable energía, alentando su sentido de la aventura e independecia. La evidencia médica demuestra que la actividad física no sólo es recomendable para los adultos y los jóvenes. Durante la infancia resulta favorable para el desarrollo de los músculos, el corazón y los pulmones, y contribuye, a la vez, al fortalecimiento y crecimiento de los huesos, además de prevenir la obesidad. La cantidad de ejercicio necesario durante los años varía individualmente, pero es una buena idea alentar la actividad física en un niño lo más pronto posible.





NIÑOS HIPERACTIVOS

La hiperactividad es el término general utilizado para describir comportamientos como deficiencia de la concentración, falta de sueño y excitabilidad. Si bien se considera normal que la energía de un niño generalmente deje exhaustos a los padres al fin del día. Los niños genuinamente hiperactivos necesitarán de la ayuda de terapeuta para reentrenar sus hábitos:

  1. Organizar sus actividades sin olvidar también que son pequeños y necesitan del juego.
  2. Observan si no están sobreestimulados por la computadora o la TV.
  3. Prestarles atención sin proyectar las propias ansiedades y tratar de respetar su propia personalidad.

CLAVES PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN

Los sí:
  1. Hacer de las comidas un ritual familiar.
  2. Establecer ciertas reglas para las comidas: darse tiempo, apagar celulares y TV y cuidar los modales.
  3. Realizar las comidas en horarios regulares para que la vida familiar tenga un tiempo establecido.
  4. Preocuparse por otros (no tomar la última porción sin ofrecerla al resto).
Los no:
  1. Las comidas como campo de batalla; no se puede forzar a un niño a comer. Pronto pedirá comer si no se insiste.
  2. Dejar que el niño estropee la tranquilidad y armonía del resto.
  3. Permitirle que almuerce o cene con juguetes (distrae su atención de los alimentos).
  4. Excluir a los niños de la conversación general.







martes, 7 de abril de 2020

EL ALIMENTO DE LOS BEBES

        El amamantamiento debe ser una experiencia confortable, placentera para la madre, lo que contribuirá para estrechar aún más los lazos con el bebé. Sin embargo, muchas madres primerizas tienen algunos problemas en sus pezones, que se irritan, agrietan y ampollan con la succión de su hijo(a). Este síntoma generalmente desaparece después de las primeras dos semanas.

La leche materna constituye el alimento fundamental del bebé, ya que contiene todos los nutrientes necesarios que le aportan un equilibrado conjunto de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales que le permiten su normal funcionamiento.
Si el bebé es prematuro o nacido con bajo peso, es posible que precise más nutrientes adicionales. Para estos casos es importante consultar al médico.
Al completar los primeros seis meses de vida, la mayoría de los bebés tienen el doble de peso que al nacer.

EL ALIMENTO MATERNO

La leche materna contiene anticuerpos y proteínas específicas que protegen al bebé contra posibles infecciones gastrointestinales, respiratorias y alergias, y tiene la característica de estar siempre disponible, esterilizada y a la temperatura adecuada. Compuesta por proteínas de gran valor nutritivo y fácil de digerir, evita las alergias a las proteínas de origen animal y además aporta la cantidad de líquido que necesita el bebé.
Aunque siempre se dice que la leche materna es el alimento ideal para el bebé, a veces es necesario complementarla con fórmulas infantiles, basadas en la leche de vaca. La mayoría de los bebes necesitan un consumo diario de 150ml de leche por kilo de peso. Cuando se prepara un alimento infantil en polvo, hay que seguir al pie de la letra las instrucciones del envase. Los alimentos que son muy concentrados pueden lesionar los riñones del bebé y, en cambio, los que son poco concentrados pueden hacer que éstos no crezcan bien. Cuando el bebé alcanza los cuatro o seis meses, ya está preparado para empezar a recibir algunos alimentos sólidos y así completar su dieta. Los sólidos que empieza a incorporar le proporcionan la energía adicional que requiere para seguir desarrollándose y le ayudan a que empiece a probar y gustar nuevas texturas y sabores. Es el momento de empezar a incorporar papillas a base de patatas, zanahorias cocidas y carne bien picada, además de cereales y frutas blandas.

NOTA: Los alimentos del destete deben ser: ligeros, de consistencia fina, sin sal, azúcar ni aditivos.

  1. Jugos frutales: Los bebes pueden tomar jugos de frutas con agua para incorporar vitaminas.
  2. Cereal infantil: El cereal de arroz es muy recomendable para las primeras comidas de los pequeños. Es liviano, lo toleran muy bien y no tiene reacciones adversas.
  3. Papilla de fruta: Las manzanas, peras duraznos y damascos se pueden pelar y cocinar ligeramente sin azúcar, y después pasarlos por la procesadora. Conviene variar las frutas.
  4. Papilla de verduras: Las zanahorias, papas, coliflores y calabazas se pueden cocinar y procesar. Si los rechaza hay que saber que, como adultos, el bebé tiene sus gustos.
  5. Tostadas: Hacia los seis meses se pueden incorporar tostadas. Lo ideal que sean partidas o molidas de pan integral.
  6. Pescado blanco: El pescado de carne blanca es una fuente de proteínas que los bebes encuentran fácil de digerir siempre que se le quiten bien las espinas.