El amamantamiento debe ser una experiencia confortable, placentera para la madre, lo que contribuirá para estrechar aún más los lazos con el bebé. Sin embargo, muchas madres primerizas tienen algunos problemas en sus pezones, que se irritan, agrietan y ampollan con la succión de su hijo(a). Este síntoma generalmente desaparece después de las primeras dos semanas.
La leche materna constituye el alimento fundamental del bebé, ya que contiene todos los nutrientes necesarios que le aportan un equilibrado conjunto de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales que le permiten su normal funcionamiento.
Si el bebé es prematuro o nacido con bajo peso, es posible que precise más nutrientes adicionales. Para estos casos es importante consultar al médico.
Al completar los primeros seis meses de vida, la mayoría de los bebés tienen el doble de peso que al nacer.
EL ALIMENTO MATERNO
La leche materna contiene anticuerpos y proteínas específicas que protegen al bebé contra posibles infecciones gastrointestinales, respiratorias y alergias, y tiene la característica de estar siempre disponible, esterilizada y a la temperatura adecuada. Compuesta por proteínas de gran valor nutritivo y fácil de digerir, evita las alergias a las proteínas de origen animal y además aporta la cantidad de líquido que necesita el bebé.
Aunque siempre se dice que la leche materna es el alimento ideal para el bebé, a veces es necesario complementarla con fórmulas infantiles, basadas en la leche de vaca. La mayoría de los bebes necesitan un consumo diario de 150ml de leche por kilo de peso. Cuando se prepara un alimento infantil en polvo, hay que seguir al pie de la letra las instrucciones del envase. Los alimentos que son muy concentrados pueden lesionar los riñones del bebé y, en cambio, los que son poco concentrados pueden hacer que éstos no crezcan bien. Cuando el bebé alcanza los cuatro o seis meses, ya está preparado para empezar a recibir algunos alimentos sólidos y así completar su dieta. Los sólidos que empieza a incorporar le proporcionan la energía adicional que requiere para seguir desarrollándose y le ayudan a que empiece a probar y gustar nuevas texturas y sabores. Es el momento de empezar a incorporar papillas a base de patatas, zanahorias cocidas y carne bien picada, además de cereales y frutas blandas.
NOTA: Los alimentos del destete deben ser: ligeros, de consistencia fina, sin sal, azúcar ni aditivos.
- Jugos frutales: Los bebes pueden tomar jugos de frutas con agua para incorporar vitaminas.
- Cereal infantil: El cereal de arroz es muy recomendable para las primeras comidas de los pequeños. Es liviano, lo toleran muy bien y no tiene reacciones adversas.
- Papilla de fruta: Las manzanas, peras duraznos y damascos se pueden pelar y cocinar ligeramente sin azúcar, y después pasarlos por la procesadora. Conviene variar las frutas.
- Papilla de verduras: Las zanahorias, papas, coliflores y calabazas se pueden cocinar y procesar. Si los rechaza hay que saber que, como adultos, el bebé tiene sus gustos.
- Tostadas: Hacia los seis meses se pueden incorporar tostadas. Lo ideal que sean partidas o molidas de pan integral.
- Pescado blanco: El pescado de carne blanca es una fuente de proteínas que los bebes encuentran fácil de digerir siempre que se le quiten bien las espinas.
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