LA ELECCIÓN DEL COLEGIO
El colegio es el lugar donde ocurre gran parte del desarrollo social de los niños; es el sitio donde sus hijos pasarán gran parte de la niñez y adolescencia. Por lo tanto, a la hora de escoger un establecimiento educacional, no se deje llevar tan solo por la cercanía que tengo con la casa, tómese un tiempo y considere los siguientes aspectos antes de tomar una decisión:
- El tipo de valores que la institución entrega. Es necesario evaluar si concuerdan con los de la familia, ya que los niños pueden confundirse si en el colegio enseñan conductas que no tienen relación con el pensamiento de la familia.
- Objetivo que persigue el colegio. Hay establecimientos que ponen la mayor parte de sus esfuerzos en lograr excelente rendimiento escolar, lo cual trae como consecuencia mayores exigencias para los niños. Para otros colegios importa el desarrollo social y también están aquellos donde el aprendizaje de un idioma extranjero es muy relevante. Averigüe estos aspectos y vea cuál compatibiliza mejor con los intereses y habilidades de su hijo.
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?
Es un trastorno del aprendizaje de la lectura, en el que se cometen errores al leer. Por ejemplo, al distinguir letras o grupos de letras, sustituirlas, omitirlas, confundirlas o invertirlas. Un niño disléxico también comete errores en cuanto al orden de las frases.
Así, por ejemplo, un niño disléxico puede leer "babo" en vez de "dado" o "al" en vez de "la".
Las causas de esta dificultad de aprendizaje
se encuentra en un mal desarrollo de la lateralidad, de los procesos espaciales y del esquema corporal. Lo anterior se refiere a conceptos de izquierda o derecha, arriba o abajo, delante o atrás.
Otros posibles orígenes de la dislexia son algún tipo de problema visual o auditivo, alteraciones en el sistema nervioso, baja capacidad para asociar lo que se ve y el sonido correspondiente, problemas no solucionados de lenguaje, dislalia (dificultad para articular las palabras), metodologías inadecuadas en el proceso de enseñanza de lecto-escritura, falta de estimulación y factores hereditarios.
Nota: La dislexia es una dificultad que sufren algunos niños al aprender a leer. Es importante saber cuál es su origen para tratarla.
RESFRÍOS
El contagio de virus respiratorios ocurre a través de las gotas de saliva y el contacto con las secreciones.
El tratamiento en casa debe hacerse controlando la fiebre tres o cuatro veces al día. Cuando es mayor a 38° hay que administrar paracetamol y dar de beber mucho líquido, pero en pequeñas cantidades.
En cuanto a la alimentación, ésta también debe fraccionarse y si el niño no quiere comer, no hay que forzarlo.
Es normal que un niño resfriado no quiera comer; puede darle alimentos de a poco para que no le caigan mal al estómago.
Una práctica aconsejable es el aseo nasal con agua con sal o soluciones fisiológicas compradas en la farmacia.
¿Cuándo acudir al médico? Si hay un cuadro febril de más de tres días y también cuando se presentan síntomas respiratorios progresivos, como silbidos en el pecho o quejidos al respirar.
APRENDIENDO LOS COLORES
Aprender a conocer los colores, se vincula con el aprendizaje de nuevas palabras (aquellas que representan tonalidades) y también con la capacidad de percibir y distinguir los tonos de los objetos.
Se trata además de unos de los primeros temas que se enseñan formalmente a los niños, previo a la enseñanza de números, figuras y letras.
Una forma lúdica para enseñar los colores es poner frente al niño varios objetos fáciles de identificar y de un solo color.
Resulta muy práctico utilizar frutas y verduras en este juego, donde la idea es que el niño asocie un objeto conocido con un color, para aprender más rápido y fácilmente. Él sabrá, por ejemplo que el verde es el color que tiene la lechuga o que el amarillo es el color de los plátanos
Otra forma es destinar recipientes de color para guardar ciertos objetos. Así por ejemplo, podrá decirle a su hijo: guarda en el tarro azul los lápices o deja en la caja verde los libros de cuentos.
Poco a poco el pequeño distinguirá los colores y aprenderá sus nombres.
SOLTAR LA MANO Y TOMAR EL LÁPIZ
Estas dos acciones son muy importantes para aprender a escribir.
Al principio tomar el lápiz puede resultar un poco complejo para el pequeño, por lo que se recomienda ayudarlo, permitiendo que pinte con sus dedos untados en témpera.
Busque una cartulina y deje que su hijo juegue libremente. También puede pedirle que trate de hacer algunas formas, como una raya o un círculo. Las primeras manos tome su mano y ayúdelo para que entienda los movimientos que debe realizar para dibujar o rayar.
Pronto verá que el pequeño será capaz de realizar varias figuras por sí mismo, aunque estas no sean perfectas. No lo corrija no exija, porque lo único importante de este juego es que practique el control sobre su mano y desarrolle su gusto por expresarse a través del dibujo y los colores.
LUNARES, ¿BUENOS O MALOS?
Hay mamás y papás que se preocupan mucho cuando notan que en la piel de sus hijos aparece un lunar. Sin embargo, es necesario saber que hay lunares congénitos (de nacimiento) y también están aquellos que se forman a lo largo de la vida. Estos últimos surgen como consecuencia de la exposición de los rayos solares.
La luz del sol tiene rayos denominados ultravioletas, que dañan la piel, provocando entre otros efectos, cambios de los lunares ya existentes y la aparición de pecas.
¿Cuándo preocuparse? Si un lunar crece de forma rápida, presenta distintas pigmentaciones o comienza a doler. Será necesario consultar con el médico la posibilidad de extraerlo.
Para evitar futuros problemas en la piel, nunca hay que exponerla a la luz directa del sol, especialmente entre las 11:00 am y las 15:00pm, incluso en invierno.
El uso de bloqueador solar también es necesario durante todo el año, La piel de los niños, a partir de los seis meses de vida, debe protegerse con una crema de factor superior a 30.