EL PODER DE LOS AFECTOS
Antes de cumplir el año, entre los once y los doce meses. el bebé aprende el poder que conlleva el afecto y lo brinda o lo retacea según el afecto que busque en su entorno.
Da besitos si se lo piden, pero los niega si no siente deseos de hacerlo.
Muestra más sus emociones, especialmente el cariño, besa a la mamá o acaricia al papá. Y si hay una mascota en la casa es muy probable que le exprese todo su amor en un abrazo.
Se puede mostrar tímido con desconocidos, pero se alegra de salir a pasear con la familia.
Le gusta estar en grupo, especialmente con otros niños, pero suele mantenerse aferrado a la mamá hasta que entra en confianza. Sin embargo, puede comenzar a llorar si nota que la madre abandonó la habitación.
Le agradan y le despiertan curiosidad los bebés de su misma edad, aunque todavía suele jugar aislado.
Nota: Entre los siete y los ocho meses el bebé da señales de que comprende lo que se le dice.
SABER MÁS, LOS SÍ Y LOS NO
Una vez que aparece el entendimiento de algunos actos o la fuerza de las palabras, el bebé reacciona en consecuencia. Entiende lo que le dicen sus padres: "NO" significa "basta, esto no se toca" o "eso no se hace". Luego alrededor de los once meses sacude la cabeza afirmando o negando cuando cuando se le pregunta algo simple. Son sus primeros diálogos.
¿CÓMO REACCIONA?
Su mundo al principio sólo tiene sonidos e imágenes borrosas y durante las primeras semanas está ocupado tratando de entenderlo. El bebé entiende que no es un objeto inanimado: responde cuando le hablan, le atraen los objetos con movimiento, vuelve la cabeza cuando oye un sonido. Por eso, una de las recomendaciones a tener en cuenta es la de hacerle oír música: lo alentará a escuchar y a la vez le transmitirá calma. Cuando más se le hable y aliente para que responda, antes hablará.
ASÍ APRENDE A HABLAR
Entre los cinco y seis meses sostiene conversaciones y balbuseos consigo mismo. Y ya empieza a responder cuando se lo llama por su nombre. Es importante darle siempre el mismo nombre para que tenga conciencia de sí mismo y se sienta importante.
Hacía los nueve o diez meses es muy posible que diga palabras como papá y mamá con sentido, es decir que va a comprener lo que balbucea.
PALABRAS Y SONIDOS
Durante esta etapa maneja el significado de unas pocas palabras que ha comenzado a registrar, aunque no puede repetirlas. Aparece en él más comprensión por las palabras y es por eso que es más importante que entienda el significado a que pueda pronunciarlas.
Comienza a decir el inicio de las palabras pero no puede completarlas todavía. Muchos padres encuentran entretenido imitar o repetir su media lengua; sin embargo, los especialistas recomiendan, todo lo contrario, enfatizar la pronunciación correcta.
Para lograr que comprendan mejor los nombres y de manera afectuosa, cuando el bebé balbucee es recomendable darle sentido a sus palabras. Esta explicación puede realizarse con gestos, señalando y hablando al mismo tiempo y dando nombre a las imágenes, objetos o personas a las que el pequeño alude.
EL BEBE COMIENZA A MOVERSE
El movimiento comienza con el control de la cabeza. No puede sentarse, pararse o gatear sin controlar la posición de su cabeza. Esta parte del cuerpo es crucial, ya que con su dominio inicia el desarrollo motriz que continua hasta los pies.
PALABRAS Y SONIDOS
Durante esta etapa maneja el significado de unas pocas palabras que ha comenzado a registrar, aunque no puede repetirlas. Aparece en él más comprensión por las palabras y es por eso que es más importante que entienda el significado a que pueda pronunciarlas.
Comienza a decir el inicio de las palabras pero no puede completarlas todavía. Muchos padres encuentran entretenido imitar o repetir su media lengua; sin embargo, los especialistas recomiendan, todo lo contrario, enfatizar la pronunciación correcta.
Para lograr que comprendan mejor los nombres y de manera afectuosa, cuando el bebé balbucee es recomendable darle sentido a sus palabras. Esta explicación puede realizarse con gestos, señalando y hablando al mismo tiempo y dando nombre a las imágenes, objetos o personas a las que el pequeño alude.
EL BEBE COMIENZA A MOVERSE
El movimiento comienza con el control de la cabeza. No puede sentarse, pararse o gatear sin controlar la posición de su cabeza. Esta parte del cuerpo es crucial, ya que con su dominio inicia el desarrollo motriz que continua hasta los pies.
- Entre los 8 y los 9 meses: Puede sentarse derecho por diez minutos, pero luego se cansa. Ya puede inclinarse sin caer al suelo. Tratará de alcanzar objetos, pero no lo logrará porque su cuerpo suele balancearse demasiado.
- Entre los 9 y los 10 meses: Gatea con el cuerpo entero sobre el piso, pero no levanta el cuerpo del todo. Tiene control al sentarse y levantar el cuerpo. Tiene perfecto balance sentado. Pasa más tiempo en una postura erquida.
- Entre los 10 y los 11 meses: Intenta quedarse parado la mayor parte del tiempo, esta más estable. Se prepara para caminar agarrado de los muebles o de las manos de la mamá. Comienza a dar algunos pasos por sí mismo.
CUIDADOS
- La leche materna: Es importante que el bebé se alimente primero del calostro (líquido poco espeso y amarillo) y luego de la leche de pecho, pues contiene proteínas, grasas, minerales y anticuerpos que lo protegen contra infecciones respiratorias e intestinales. La alimentación con mamadera también es recomendable, si se toma la precaución de que pueda tragar correctamente y no este aspirando aire con la leche.
- Alimentación sana: Cuando el bebé este dentado, le gustará masticar y succionar para calmar las encías. Cualquier trozo de vegetales crudos o frutas sirve, en especial si es lo suficientemente largo como para ser sostenido y a una temperatura ambiente o fría. Un bebé en crecimiento puede obtener los nutrientes necesarios de una dieta que excluya carne, pescado y pollo, si se mantiene el equilibrio entre diferentes alimentos como leche, cereales, vegetales, frutas, quesos y huevos.