viernes, 23 de octubre de 2015

TERAPIA CON PLANTAS

Las tareas de jardinería mejoraran el estado físico y mental. El contacto con la tierra permite descargar tensiones y recuperar energía. Cultivar un pedacito de suelo, o varias macetas, es muy gratificante.


Volver a la Naturaleza
Sembrar semillas, podar un limonero, quitar malezas o trasplantar un helecho es realizar unas de las artes curativas más antiguas. Ya en 1699, Leonard Maeger, Autor de El Jardinero inglés, dijo "No hay mejor forma para preservar la salud que pasar el tiempo libre en el jardín". Casi un siglo después, el doctor Benjamin Rush (1746-1813), considerado padre de la psiquiatría americana, declaro "excavar la tierra con las manos tiene un efecto curativo en los enfermos mentales"
La llamada terapia Hortícola fue creada y sistematizada por el inglés Chris Underhill en la década de 1970. Hace poco tiempo se la incluyó entre las ciencias de la salud. Esta terapia consiste en el uso de las plantas y del medio ambiente para colaborar en el bienestar o la rehabilitación de las personas.
En las últimas dos décadas, las investigaciones demostraron que las plantas y las actividades relacionadas con ellas también tienen efectos destacables en personas con severas discapacidades físicas y mentales




Importante:
Los beneficios terapéuticos de la jardinería se deben al hecho de dejar de lado los propios ritmos para acomodarse al ritmo natural de las plantas. Sus efectos son:
1. Mayor energía
2. Más tranquilidad
3. Menor estrés
4. Estímulo de todos los sentidos
También es socializadora: permite establecer lazos entre personas.


Jardines accesibles para todos
Según la Asociación Americana de Terapia Hortícola, las plantas se usan porque "crecen y cambian, responden a los cuidados, no juzgan, estimulan la participación y los sentidos, y ofrecen esperanza". Son capaces de elevar la autoestima, aliviar la depresión, relajar, mejorar las funciones motoras, la concentración, la motivación, la tolerancia al trabajo y la destreza manual de quienes las manipulan.
Un jardín accesible es aquel en cuya planificación previa se eliminan todas las barreras que impidan o dificulten realizad las tareas de jardinería.
Personas de todas las edades o cualquier condición física pueden disfrutar de la jardinería si se realizan ciertas adaptaciones. Por eso cuando se proyecta un jardín se debe evitar que el jardinero haga esfuerzos inútiles.
1. Tiene que llegar con facilidad a todos los sectores del jardín.
2. Los caminos no deben tener aristas o rugosidades o juntas muy abiertas, es decir, ser fáciles y cómodos para transitar.




Macetas y maceteros
Para tener plantas saludables, además de la composición de la tierra y de los nutrientes, es conveniente informarse sobre macetas y maceteros antes de planificar el jardín. Por ejemplo una maceta de barro pierde humedad más fácilmente que una de fibra de vidrio y no es muy aconsejable ubicarla en sectores con muchas horas de luz solar. Lo mismo ocurre en un macetero construido en madera a uno hecho en ladrillo.
El jardín también puede convertirse en una huerta de alimentos frescos y si se dispone de una espacio reducido, unas cuentas macetas pequeñas pueden albergar hierbas aromáticas que no sólo darán placer por su aroma, sino que enriquecerán las comidas.


Claves para un diseño adecuado
Elevar el nivel del sector de plantación beneficia a aquellas personas con discapacidades, particularmente las que tienen dificultades o no se pueden inclinar o arrodillar hasta el nivel del suelo. En estos casos se puede construir un macetero elevado. Es conveniente que sea lo más grande posible, ya que aumentar el tamaño no eleva significativamente el costo y es mucho más práctico y funcional. Además un macetero elevado no necesita piso y por lo tanto el drenaje es muy bueno. La altura puede variar desde los 46cm para un niño a 61cm para alguien sentado en una silla de ruedas; 76cm o más para una persona parada con dificultades para reclinarse. Conviene que las paredes sean lo más delgadas posibles (sin comprometer su estabilidad) a fin de incrementar el área de plantación.
Para que sea accesible desde ambos lados debe tener un ancho mínimo de 150cm o de 75cm si lo es sólo de un lado. Los asientos al costado del plantero pueden ir desde 20 a 40cm de ancho.



miércoles, 7 de octubre de 2015

APRENDIENDO A PONER LÍMITES

Que los niños y los adolescentes necesitan límites, es algo que ningún padre puede cuestionar. También es claro que aprender a respetar las normas facilitará la convivencia social y el cumplimiento de sus metas. Por lo tanto, tomar conciencia de las reglas y aceptarlas es un mecanismo a través del cual el niño aprende a autorregularse.
Es importante señalar que los límites puestos por los padres son también una expresión del cuidado y preocupación hacia sus hijos. Como ejemplo, fijar el horario para irse a dormir tiene que ver con que el cerebro se restaura en la noche y durante el sueño se secreta la hormona del crecimiento, junto a otras variables importantes, como es la necesidad de que los padres descansen.
Por lo tanto, poner normas no es una arbitrariedad de los padres, sino un deber, que busca el bienestar físico y emocional de los niños, junto al de toda la familia. Y así como sucede con el sueño, lo mismo vale para otras áreas en las que deben establecerse regulaciones.
Es importante que los hijos perciban que los límites acordados tienen que ver con favorecer un adecuado contexto para su crecimiento físico, emocional y social. Es por ello que las reglas deben tener un sentido que deba ser comprendido: cumplir con el objetivo de que el niño tenga un crecimiento armónico. En la medida que los niños crecen, se ponen más inquisitivos y tienden a cuestionar los supuestos detrás de las normas. Ello no quiere decir que los padres deban ceder, pero sí pueden argumentar y explicar el significado de los límites, sin entrar en largas y complejas explicaciones, las que sí deben ser claras y suficientes.
Es imposible convencer al niño de que le gusten algunas restricciones que se le imponen, pero es necesario que le quede clara la finalidad. Es bueno empatizar con que puede ser a veces frustrante para ellos, pero siempre necesario.
El juego de poner las reglas tiene que ver con un encuentro de miradas, en el que el niño sienta que su voz es acogida. Las explicaciones deben darse cuando los niños están serenos, porque si están ofuscados, su cerebro será incapaz de elaborar los razonamientos. Es preciso buscar el momento oportuno en que los niños estén receptivos a los argumentos y los adultos también. No se pierde autoridad si se hacen ajustes derivados de los sentimientos y posturas de los niños. La disciplina no es una lucha de poder, sino la búsqueda de la mejor forma para convivir en familia, donde los padres requieren tener mucha paciencia para convertirse en un modelo de autorregulación.
A través de la disciplina, se busca enseñar a razonar y dirigir al niño para convertirse en una mejor persona.
Por Neva Milicic
Psicologa.

lunes, 5 de octubre de 2015

SER POSITIVO: UNA ACTITUD SALUDABLE

Está comprobado que los pensamientos positivos permiten vivir una vida más feliz, saludable y con éxito, a pesar de los problemas.

La importancia del optimismo
Si bien nadie domina completamente el mundo de los pensamientos, hay herramientas para desarticular las preocupaciones cotidianas. Una es visualizar la felicidad. El cerebro convierte cada pensamiento, cada información, cada imagen, en una reacción física. Por ejemplo, una película de suspenso acelerará el ritmo cardíaco o activará un estado de alerta, entre otros síntomas. La técnica de la visualización se sirve de la reacción del cuerpo ante pensamientos e imágenes. Se traen a la mente imágenes positivas para provocar reacciones físicas. Así se pueden dominar miedos, fortalecer la autoestima y poblar con alegría el subconsciente. Éste funciona con imágenes y sentimientos que se generan a partir de ellas; no reconoce conceptos de fatalidad o euforia. Un ejercicio de visualización se puede realizar antes de dormir. Relajarse y pensar en la frase: "Estoy satisfecho y animado, la felicidad es mi compañera". Aparecerá una imagen personal de felicidad que aportará mayor bienestar y dicha. Otra herramienta es verbal: repetir la frase "Estoy contento y sereno" cada vez que haya preocupaciones, ira o envidia, evita que ingresen estas emociones en la mente.

El cerebro: la fabrica de la felicidad
En el cerebro ocurren muchos y diversos procesos. El lado izquierdo es el responsable de la lógica, de la mente analítico, de los cálculos, del aprendizaje del idioma. Allí se acumulan datos, cifras, detalles. El derecho representa la creatividad, en el se generan imágenes, sentimientos, poemas y nuevas ideas.
En una situación ideal, ambos hemisferios trabajan en conjunto: en ese caso, podrían encontrar soluciones totales a situaciones complejas. Pero en reglas generales, las dos partes del cerebro actúan así con poca frecuencia. La visualización ayuda a conectar la parte izquierda del cerebro con la derecha, y a motivar a otras regiones a colaborar en los procesos mentales. La tarea de pensar en imágenes se dificulta un poco únicamente al comienzo, con la práctica se consiguen satisfactorios resultados.

La empatía es la mejor forma de estar bien con los demás
La pareja, la familia, las amistades y los vínculos laborales son determinantes en la vida de una persona. Por eso, estas redes afectivas necesitan ser nutricias y no fuente de conflictos y desencuentros. La empatía es como una barca que permite llevar a buen puerto los afectos, más allá de que tengan que atravesar algún temporal. Según la Real Academia Española es la "participación afectiva, y por lo común emotiva, de un sujeto en una realidad ajena". En general se entiende que esa "realidad ajena" son los sentimientos de las demás personas. Por eso, hay que tener presente que en la comunicación hay una concordancia emotiva entre las personas. El proceso de comunicación "empático" tiene tres pasos:
1. Hay que comprender la situación o hecho, no dejarse llevar por el primer impulso.
2. Hay que escoger con atención la mejor manera para expresarse antes de transmitirlo (ideas, palabras, tono de voz, gestos.)
3. Hay que saber escuchar empáticamente, sin juzgar y poniéndose en el lugar del otro, porque es el primer paso hacia la comunicación saludable y eficiente.
Eso no significa dejar de lado las propias opiniones, sino equilibrarlas frente a las ajenas. Esta actitud enriquece a una persona, brinda apertura mental y facilita la relación con los otros.

viernes, 2 de octubre de 2015

EXPERIENCIAS CRISTALIZADORAS

Es indiscutible que las experiencias emocionales tienen un factor decisivo en la construcción de la identidad, especialmente en la infancia, donde tienen el potencial de marcar la trayectoria de vida de los niños.

Cuando se tienen experiencias emocionales positivas y estas se comparten, se produce un beneficio para todo el grupo que está comprometido con esa experiencia.

Recordemos, por ejemplo, que cuando a un niño le entregan un reconocimiento en forma inesperada, o los hijos preparan una sorpresa a sus padres, todos se sienten alegres, optimistas y cercanos.

Hay experiencias que no solo son positivas, sino que han sido descritas como "cristalizadoras" porque al experimentarlas se produce un descubrimiento de sí mismo, o un encuentro consigo mismo, que tiene un gran potencial de desarrollo futuro.

Un director de orquesta chileno contaba en una entrevista en televisión que a los seis años lo llevaron a un concierto en vivo y que esa experiencia tuvo un valor decisivo en su vocación artística, recordando específicamente que se tocaba una sinfonía de Beethoven. Puede suceder que cuando un niño lee poesía decida ser escritor; o que cuando cocina con su abuela decida ser chef; o bien cuando se enfrenta a un microscopio, decida que será un científico.

Una alumna universitaria recuerda que cuando estaba en educación secundaria, hubo un profesor que dejó una huella decisiva en sus alumnos. Lo relata textualmente así: "Con este profesor podía expresarme, ser yo y dar rienda suelta a la imaginación para crear y organizar actividades, sintiendo siempre su respaldo. Además, este profesor se involucraba con nuestras vidas, apoyándonos con las dificultades del colegio, como también con los problemas personales, abierto y dispuesto, o cuando estábamos con un rostro triste o preocupado, a nuestros cambios de humor".

Obviamente que se trataba de un profesor que entendía que educar es algo más que traspasar conocimientos, que con suerte no estarán obsoletos en veinte años más. Era alguien que sabía que conectar al niño con experiencias participativas; tenía un enorme potencial formativo.

La familia es un espacio privilegiado para tener experencias cristalizadoras, por el conocimiento profundo que se tiene de los hijos, de sus intereses y de sus talentos, para desde allí generar los espacios y actividades que le permitan a los niños encontrarse consigo mismos y poder imaginar trayectorias de vida, en que esa experiencia que están viviendo pueda ser interiorizada y elaborada como un sí mismo posible.

Por Neva Milicic
Psicologa.